El Kéfir es un producto lácteo que surge de la fermentación de hongos y bacterias. Puede ser de agua o de leche.
Tiene un sabor especial, ya que tiene ácido láctico (la lactosa de la leche se convierte en ) y en la reacción se libera alcohol, inferior al 2 %, con lo cual, imperceptible.
No se pueden utilizar los utensilios de metal, el aire y la luz.
Se debe guardar en un recipiente de cristal o plástico, tienen que tener 1/3 de espacio libre para que se pueda producir la reacción en unas condiciones adecuadas. La temperatura debe ser de unos 20 grados y cerrados, que no entre aire.
Yo los tengo en un recipiente de cristal, y tapados con un trapo para evitar la luz.
Proceso de elaboración:
- Abrir el recipiente con el Kéfir.
- Volcar en un recipiente de plástico para escurrirlos
- Agruparlos al centro, con una espátula de plástico, sin moverlos demasiado porque tampoco les favorece.
- Cuando ya se han quedado sin líquido, volver a echarlos en el recipiente de cristal
- Echar leche hasta que se cubren totalmente (si quieres tener más cantidad, echas más leche)
- Cerrar la tapa y ponerlos a la oscuridad.
Así, se repite todos los días. Parece más de lo que es, pero sí que puedes tardar 5 minutos en total.
Una vez a la semana, limpiar todo con agua mineral.
Los beneficios de tomarlos son tantos que no vais a poder resistiros !!! Es bueno para la atención, diabetes, colesterol, aparato digestivo, sistema nervioso, para uso cutáneo en eccemas, y un largo etcétera.